jueves, 14 de noviembre de 2013

La nueva vida en Cristo y sus necesidades

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es.        2 Corintios 5:17
 
Presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos. Romanos 6:13
 
Al creer en el Señor Jesucristo se llega a ser un hijo de Dios, con la vida de Dios, una nueva vida, una nueva naturaleza; y esa vida tiene nuevas necesidades, nuevos deseos, nuevos afectos, una nueva actitud y una nueva meta.
 
La vieja naturaleza está siempre presente  y capaz de pecar. Pero Dios no la reconoce más como caracterizando al creyente. La Escritura dice que ha sido "crucificada", ha hallado su fin en la cruz de Cristo. Así es como Dios la considera y como la fe es llamada a considerarla.
 
Mientras estemos sobre la tierra, en nuestros cuerpos, esa vieja naturaleza, ¡por desdicha! aún está demasiado viva. Pero, debemos darla por muerta mediante la misma fe que ha hecho que nos consideremos "vivos para Dios en Cristo Jesús" (Romanos 6:11).
 
No se trata de tenerla por muerta solamente de palabra con una simple profesión de fe, sino cuidando constantemente que sus tendencias naturales sean inmediatamente juzgadas y que el Espíritu Santo mantenga su lugar y su autoridad en nuestros pensamientos y en  nuestros hechos. 
 
Ese gran cambio de vida tiene lugar en el momento de nuestra conversión a Dios mediante la operación del Espíritu Santo, cambio que se manifestará gracias a una dependencia continua a Dios y a un alimento diario provisto a nuestra mente por su Palabra.
 
Pero es una realidad: "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es". Ha nacido de nuevo!

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