Por varias causas. Una de ellas es la fatiga de posición, pues necesitan cambiarla y no pueden. Por eso, se callan cuando los cargan. Además así, se sienten protegidos por tacto y por contacto. No quieren que los dejen "solos, en la cuna".
Los bebés también lloran por cólicos cuando toman el biberón, porque tragan aire. Y los que lactan porque su madre descuida la dieta sana y abusa de las grasas.
Pueden llorar por exceso de frío o calor, porque algo les molesta o los pincha.
Cuando tienen varios meses lloran por miedo que les han infundido los mayores.
Cuando hay mucho ruido, luz; cuando tienen sed, están húmedos o con hambre.
Varias son las causas, lo importante es identificarlas para calmar el sufrimiento de su hijo, no lo deje nunca llorar a solas, sin tocarlo, acariciarlo, sin hacerle comprender que usted está presente, sin decirle una palabra cariñosa.
El llanto de verdadera majadería existe, pero siempre empieza poco antes del año de edad.
El llanto de un niño bien criado es siempre expresión de un sincero estado emotivo, estado que siempre merece atención, auxilio o amparo.
Fuente: Saludable
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