Según muchos estudios, las personas que acostumbran comer verduras tienen menos riesgo de presentar ciertos tipos de cáncer que las que evitan estos alimentos.
El brócoli es una buena fuente de vitamina C y betacaroteno, conocidos agentes anticancerígenos. También lo son el camote, o batata, el pimiento rojo y la col.
Y la espinaca es rica en ácido fólico, que tal vez proteja al organismo de cambios celulares precancerosos en los pulmones y en el cuello uterino.
Dianne Hales
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