Entre noviembre y marzo las mariposas Monarca llegan a México, al Santuario de Mariposas de Michoacán y en la zona Central de México que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008.
Después de un largo viaje de aproximadamente 4000 km desde Canadá en busca de un clima fresco donde aparearse y descansar hasta madurar para luego emprender su viaje de retorno a los países del Norte. Suelen vivir en México hasta cinco meses antes de volver.
Durante su recorrido las mariposas Monarca se alimentan principalmente del néctar de una flor llamada "lengua de vaca" o "algodoncillo" cuyo nombre científico es Asclepias syriaca.
Una de las características de la mariposa Monarca es su longevidad; pues, mientras una mariposa vive un promedio 3 semanas, la Monarca vive hasta 9 meses.
Pero lamentablemente, según un informe en marzo de 2013 de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONAP), en casi un 60% se ha reducido la presencia de la mariposa Monarca en México.
La disminución de los lepidópteros se debe a las sequías, los incendios, a la tala ilegal de árboles y a la disminución de las plantas que consumen.
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