La quinua, cultivada hace más de 5000 años por los incas, es la madre de todas las semillas; no en vano le llamaron "el grano de oro de los Andes". Contiene una gran cantidad de proteína, mucho más que otros cereales. Posee todos los aminoácidos esenciales de manera fácilmente digeribles; así el organismo los aprovecha mejor.
Facilita la digestión; porque una porción de este alimento contiene el 20% de fibra que necesitas cada día.
La quinua es rica en magnesio, un mineral útil contra la hipertensión y la diabetes. El magnesio eleva la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a los pacientes diabéticos a mantener controlados sus niveles de glucosa.
Previene el estrés y tiene la capacidad de mantener la salud de todo el cuerpo, porque es rica en antioxidantes.
La quinua es la semilla de una planta, aunque es considerada un grano. Es rica en hierro, vitaminas: A, E, tiamina, riboflavina, C. Minerales como el zinc, potasio, calcio, manganeso.
Por su alto porcentaje de fibra dietética es buena para adelgazar. Además, elimina toxinas y residuos que pueden dañar el organismo; por lo tanto, actúa como depurador del cuerpo. Produce sensación de saciedad; pues, tiene la propiedad de absorber el agua y permanecer más tiempo en el estómago, de esta forma se logra plenitud con poco volumen de cereal.
Ayuda a reducir el colesterol malo gracias a su contenido de ácidos grasos omega 3 y 6. Es perfecta para los celíacos.
La quinua, antes alimento de los incas y hoy , el alimento de los astronautas.
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