domingo, 27 de octubre de 2013

JOB es juzgado por sus amigos

No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido...

¿Cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. Mateo 7:1-5
 
Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:15
 
Hasta el capítulo 15 del libro de Job, sus amigos habían hablado del impío de una manera general: Él hace esto, merece aquello.

En Job 22:1-10  y  21-30 su amigo Elifaz descubre el fondo de su pensamiento mediante acusaciones directas: "tu malicia...tus maldades". Este hombre y sus dos compañeros, cuán lejos se hallan de las enseñanzas de Dios, quien ordena que cada uno se juzgue así mismo antes de quitar la paja del ojo de su hermano. Y también, cuán lejos de su ejemplo: Él, que se rebaja hasta lavar los pies de sus discípulos.

No obstante, por medio de esas palabras de Elifaz, el Espíritu de Dios se dirige a nosotros. Y si alguno aún no estuviese en paz con Dios, en Job 22:21 nos dice: "Vuelve ahora en amistad con ÉL, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien".

Y en 2 Corintios 5:20, el apóstol, nos dice: "os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios".

Dios hizo todos los gastos de esa reconciliación con los "enemigos" que éramos para Él. Él mismo la cumplió "por la muerte de su Hijo" (Romanos 5:10), la selló "mediante la sangre de la cruz" (Colosenses 1:20-22).

Acepte simplemente la paz que Dios le ofrece por la fe en Jesús!




 
 



 





 

 




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