En 1992, el industrial colombiano, Miguel Caballero creó en su país (luego se extendió a toda América, Europa, India y China) la empresa de ropa blindada para grandes y niños; como respuesta a las necesidades en el campo de la seguridad personal.
Muchos políticos compran camisetas, guayaberas, calzoncillos, chaquetas de cuero y hasta trajes completos blindados. Esto motivó a efectuar pruebas balísticas en personas, para garantizar la calidad y la versatilidad del producto.
Las prendas blindadas no están al alcance de todos; hay que concertar una cita y luego disponer de 2000 euros que cuesta una chaqueta.
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